i El Lobo Estepario - Una biografía no ciberpunk (2)


1 de Diciembre 2004

Una biografía no ciberpunk (2)

Publicado 1 de Diciembre 2004 a las 09:40 AM

Recuerdo el primer día de clase en la universidad. Era el 6 de octubre de 1999. Subí las escalinatas del edifico tarareando "La Oración del Padre Kolbe", un tema de Wojciech Kilar que aparecía en la banda sonora de "El Show de Truman". Yo no sabía cómo iba a resultar aquello. Siempre podría volver a dedicarme a la informática si resultaba que la universidad no era para mí. Pero frente aquella gente recién salida del instituto un ratón de biblioteca como yo despuntó como el nerd que era. En mi clase descubrí había un grupito de estudiantes de izquierda radical. Me alegré de tenerlos de compañeros por la perspectiva crítica que aportarían.

No habían pasado ni dos meses del primer cuatrimestre y tuvimos una huelga del personal de administración y servicios que paralizó la universidad. La asociación de estudiantes más activa, una extraña amalgama de comunistas e independentistas y a la que pertenecían mis compañeros de clase, convocó una "huelga estudiantil" en solidaridad con los trabajadores. Yo me sumé a las primerísimas movilizaciones y me bastó oir los primeros cinco minutos de discurso para comprender qué les movía: Afán de protagonismo y frenesí adolescente. Pronto se hicieron los amos de la clase. No se podía hacer ninguna intervención ideológicamente contraria a ellos sin que armaran un alboroto, digno de los diputados del PP en el Congreso, para impedir que se oyera más voz que la de ellos.

Entonces a finales de noviembre, el 30-N, fuerzas y movimientos de todos los colores convergieron en Seattle. Y muchos soñamos. Por fin algo se movía en la izquierda. No había líderes, no había líneas ideológicas prefijadas... Se unían grupos que apoyaban una cosa y lo contrario. Redes trasnacionales de movimientos, páginas webs, listas de correos, causas globales y movimientos locales... Lo seguí a través del boletín de ZNet. No había nada más globalizado que el movimiento antiglobalización. Los medios no entendían nada. Sacaban fotos de Naomi Klein, Joseph Bové y Noam Chomsky titulando "Los líderes del movimiento". ¿Líderes? ¿Qué líderes?

Un día, por fin, en clase un profesor de Economía bastante crítico se congratuló del importante evento que acababa de suceder en EE.UU. Un compañero y yo nos miramos: ¡Seattle! Por fin íbamos a debatir en clase sobre el tema: El congreso de "bioneros" acontecido en Nueva York. ¿Queeeeé...?. El mundo cambiando y aquel profesor por los cerros New Age de Úbeda. Un día en tutoría me recomendaría como bibliografía "La conspiración de Acuario". Y en otra asignatura más tarde nos advertiría sobre "el poder secreto del capital judío".

Estaba claro que había que ir por libre. Yo había llegado a la universidad con las miras puestas en los aspectos sociológicos de la sociedad de la información. Pero encontré afinidad en un profesor, experto en Oriente Medio y ratón de biblioteca como yo. Me puso en la pista de libros, que como una vez conté aquí antes del gran borrón y cuenta nueva, hicieron que el 11-S no me cogiera por sorpresa. Ya no soñaba ya en quedarme, a largo plazo, en mi universidad como profesor. Me quería ir lejos, Madrid o el extranjero. Pero no tenía un duro.

Era febrero de 2002 y tras los exámenes del primer cuatrimestre me fui a visitar a un amigo que estaba de Erasmus en Viena. Volvíamos de Sarajevo cuando en la propia estación de trenes en Liubliana (Eslovenia) encontramos una oficina con Internet ¡gratis!. Una profesora me decía que tenía "algo para mí". Buscaba a un estudiante con conocimientos de informática (diseño HTML, manejo MS Office) y que supiera redactar bien. Yo había dado a entender mis conocimientos en las reuniones del Consejo del Departamento de Sociología. Algunos profesores discutían la utilidad para el Departamento de tener una página web propia. Había uno que decía que ni hablar de poner su nombre y dirección de correo electrónicoen ella. Yo estaba, una vez más, en el bando de los los chiflados de la informática, defensores de Internet [Tres años después el departamento de Sociología sigue sin página web].

Compaginé estudios y el trabajo de becario. Y mi vida se convirtió en una mierda. Hubo épocas en que dormía de media cinco horas. Más de una vez tuve que llamar por la noche a la central de seguridad para que el guardia jurado de turno me abriera la puerta del edificio y poder salir. Era el último en salir del edific¡o. Pero pude comprarme mi Pentax MZ-50 (véanse algunas de las fotos) y soñar con estudiar un posgrado lejos de casa. Cuanto más conocía aquel mundo más quería irme.

El día de la presentación de una optativa de 2º ciclo llegué a casa convencido que con aquel profesor no pasaría del Aprobado. Su perspectiva de análisis pasaba única y exclusivamente por el nacionalismo. Aquel ombliguismo victimista e ignorante me sacaba de quicio. Yo entendía la identidad como algo de múltiples dimensiones. Europeo, español, de mi comunidad, de mi provincia, de mi ciudad... Cuando nos mandó a decir en clase de qué queríamos hacer el trabajo de su asignatura y yo dije que del "movimiento antiglobalización" soltó de malos modos un "no" cortante, para regocijo de los radicalguays de turno que soltaron risitas. Por supuesto hice un trabajo sobre un movimiento nacionalista, por supuesto sólo saqué un Aprobado.

Pero sería injusto olvidar a los buenos profesores. Tuvimos a un excelente profesor de Antropología Social que nos explicó cosas de las que nadie en la carrera de Sociología nos había hablado. Evidentemente a buena parte de mis compañeros de clase les pareció aburrido. Supongo que porque no entendían nada de lo que decía. Y es que como dijo una compañera de clase "es que a mí no me gusta leer". Hice un trabajo sobre hackers para su asignatura [para los curiosos descargar aquí en formato MS Word] que tal como me contó en un e-mail l3 gu5t0 b4st4nt3.

Sólo el último año, ya es mala suerte, encontré un grupo de estudiantes de otra promoción con un montón de inquetudes. Sacamos una revista de estudiantes y yo como gran traca final, con nombre y apellidos por delante, publiqué un artículo diciendo como alguien diría luego "todo lo que la gente pensaba y nadie se atrevía a decir" sobre la izquierda radical en la Universidad: La miseria de la izquierda estudiantil [descargable, en MS Word]. Me gané aún más odio. Y también amor. Pero eso es ya otra historia.

Después del último año de carrera me marché de allí ligero de equipaje.

Commentarios

Vaya, estoy asombrado y encantado con esta serie, que estás publicando. Tiene una familiaridad y una proximidad que, a lo mejor, tenemos que dejar de llamar -dado el título de tu artículo- ciberpunk, pero que es exactamente aquello hacia lo que habíamos evolucionado. Me explico:

Relatas un tiempo, el nuestro, desde una base biográfica y por eso sirve de base para una aproximación de red. Relatando desde marcos biográficos (y no tanto institucionales o estructurales) se puede construir una interpretación amplia, mítica -la generación spectrum-, antiespectacular porque habla de lo vivido y no de lo visto en pantallas ajenas.

Estoy escribiéndolo fatal, pero quiero decir que al basarse el relato del tiempo en lo vivido es inmediatamente accesible y "compartible" o al menos se abre para ser compartido desde la diversidad.

Lo sorprendente es que precisamente por biográfico el relato es tremendamente similar al que podrían hacer la mayoría de la gente de Ciberpunk.org de sus propias trayectorias.

En fin que de nuevo y por el momento, te está quedando una biografía más ciberpunk imposible :)

Posted by David de Ugarte at 1 de Diciembre 2004 a las 12:35 PM

Si, es increible la proximidad, como dice David, una mezcla de vivencias compartidas por todos. Hoy no puedo explicarme con claridad, pero me asombran las coincidencias hasta el punto de que si no conociera a David o a Iñigo (ciberpunks) pensaría que la biografía es suya...

Siempre es gratificante encontrar algo asi

Posted by Amaya del Amo at 1 de Diciembre 2004 a las 03:02 PM

Impresionante, me está encantando, vamos una delicia. Y por supuesto, toda identidad es poliédrica, aunque alguno no esté por la labor de entenderlo.
Un saludo.

Posted by Joseba at 1 de Diciembre 2004 a las 11:46 PM

Se me había olvidado:
"La caza de Hackers" de Sterling.

Posted by Arnauh at 23 de Diciembre 2004 a las 07:58 PM

Hola Ramiro eeste articulo me llamo la atencion . te lo envio con cariño!!

Posted by RAmiro at 11 de Junio 2005 a las 04:48 AM

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