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¿Alguien ha caído en la cuenta que un blog es tan solo un reflejo distorsionado de la realidad? A lo largo del tiempo he recibido e-mails y comentarios de personas que pretendían desentrañar las claves profundas de mi vida a partir de lo que yo contaba. Algunos hasta me daban hasta soluciones a mis supuestos problemas con un tono condescendiente. La mayoría de veces he leído tales cosas divertido. Qué sabrán ellos... me decía. En el fondo era jugar al despiste. Siempre me ha gustado.
Pero llevo tiempo dándole vueltas a que quizás debería lanzar un aviso a navegantes. Advertir a todos aquellos que corren a recetarme Prozac, echar un polvo o tirarme por un puente, que le estoy tomando el pelo. Que muchas veces cargo las tintas porque le doy prioridad al efecto literario. Para volcar mis verdaderos pensamientos ya está mi diario en papel. Y que este blog se ha convertido desde el verano para mí en un desahogo. Un campo de pruebas estilísticas. Lanzar ideas y luego tirar de la cadena. Para así, ligero de equipaje, seguir mi camino.
Escatologico... me gustan las mentiras, son divertidas
Tal vez sea así, pero para quienes te conocemos tus entradas siguen siendo bengalas que se pierden en la noche, pequeñas pistas para adivinar dónde andas perdido últimamente.
Un abrazo.