i El Lobo Estepario - Epílogo no ciberpunk


2 de Diciembre 2004

Epílogo no ciberpunk

Publicado 2 de Diciembre 2004 a las 05:37 AM

Asi que acabé la carrera y el máster. Bueno... El máster totalmente no, porque me queda elaborar la tesina. Se titulará: "En el corazón de las tinieblas: Un marco de análisis de los conflictos armados en el mundo en desarrollo durante la posguerra fría". Después de llevar desde 2º de carrera con la idea en la cabeza, acumulando información, leyendo libros, tomando notas, dándole mil vueltas y esperar con impaciencia poder dedicarme a elaborar un trabajo así... resulta que estoy atascado. Cosas que pasan. A veces creo que me gustan más las fases de preparación previa: Sacando tiempo en los ratos libres, llenar hojas en blanco con lluvias de ideas, mapas conceptuales y organigramas de capítulos... antes que tener todo el tiempo del mundo para trabajar en algo a dedicación exclusiva. Soñar es siempre más sencillo.

Buscando trabajo las semanas han pasado. Y cuando estaba a punto de buscarme un McJob eché cuentas y llegué a la conclusión que o bien me quedaba sin vacaciones de Navidad, o dejaba el trabajo antes de un mes para estar con mi familia. Así que he adelantado las vacaciones de Navidad y en dos semanas recogo velas y me vuelvo a casa. Ya dejaré los McJobs para enero.

Sólo como señal de los tiempos diré, que el verano pasado trabajando 30 horas a la semana como teleoperador (jamás me pidieron que justificara título o experiencia alguna) de lunes a viernes ganaba al mes más que lo que ofrecía el pasado octubre cierto think tank, con respaldo norteamericano, para un puesto de becario multitarea del que se pedía que estuviera doctorado o tuviera un posgrado. Y con esto regresamos al punto de partida. ¿Qué falla en este país? Enternece oir hablar a las Juventudes Liberales de la figura del emprendedor con su empuje y creatividad ahogados por las garras del Estado. ¿Existe gente así en España?

A mí siempre me vienen a la cabeza los contubernios político-empresariales y los pelotazos inmobiliarios vía recalificación urbanística en la región donde nací, con ese litoral convertido en las avenidas del tablero del Monopoly. ¿No nos dice nada que sea la construcción la locomotra de la economía de este país habiendo traspasado el umbral del siglo XXI?

Aquí los unos y los otros desde el gobierno sabían que tarde o temprano las multinacionales se irían al Este de Europa o China en busca de mano de obra más barata, menores restricciones medioambientales o menores derechos sindicales. Era el momento de dar el salto de ser un país que ofrecía mano de obra barata a ser un país que ofrecía mano de obra cualificada. En Finlandia, Nokia puso el país en el mapa mundial de polos tecnológicos, y en España V-Tel fabrica móviles que Telefónica comercializa como marca blanca capados en sus capacidades. ¿A nadie le da qué pensar ese mercado laboral donde los licenciados universitarios podemos optar entre ser camareros, reponedores, cajeras y aquí en Madrid, además teleoperadores? Siempre nos quedará irnos al campo y vivir de las subvenciones estatales y europeas. Adivinad quién lo había dicho antes. ¿Quién si no?

Por eso quería escribir. Porque para analizar este país y lo que no es no había que irse muy lejos. Sólo tenía que mirarme a mí mismo y el camino recorrido: Políticos trapiceros, empresarios analfabetos digitales, activistas de izquierda tecnófobos, profesores universitarios obsoletos, estudiantes indolentes...

Pasas las hojas con anuncios del periódico y las páginas web con oferta de trabajo. Y tienes esa sensación de que tus títulos académicos son papel mojado. Las ofertas de trabajo parecen que se publican sólo para gente que ya tiene trabajo y quiere cambiar. En mi sector: Dos idiomas mínimo. Un año, mejor dos, de experiencia sobre el terreno. Yo que carezco de enchufes y recomendaciones, digamos capital social para que suene más cool y netocrático, y me acerco a los 30. ¿Qué hago? Lo digo porque carezco de don de gentes, vocación comercial y orientación al trabajo por objetivos. Me niego a vender cosas que la gente no necesita. Me niego a vestir traje y corbata. Soy un ratón de biblioteca. Soy una trituradora de información. Soy un nerd. La tesina, esas cantidad ingentes de páginas web guardadas, esas carpetas llenas de recortes y notas con ideas son mis cartas en esta partida. Es muy ambiciosa, ¿no?. Miro por encima de las gafas y hago un amago de levantar una ceja.

Haces un alto en el camino. Y mirás atrás. Nunca llegué a ser un hacker ni a asaltar un servidor de una multinacional. Mi página web personal (¿adivinan como se llamaban?) con una sección sobre viajes en InterRail languideció y la borré. Nunca llevé a cabo aquella idea de hacer una web sobre cibercultura (se iba a llamar "Ciberia"). Sigo atado a Windows (¿para cuándo tiempo y paciencia para intentar una migración a Linux). Llevo con esa novela sin terminar desde... buf... demasiados años. Cuando terminé la carrera quería escribir un gran ensayo que revisara la situación de la izquierda a principios de este siglo. Ahora con la distancia, los paleomarxistas son solo un recuerdo y no merece la pena perder el tiempo luchando con fantasmas del pasado. Esa ideas para relatos post/ciberpunk se amontonan sin que realmente me ponga a ello con ninguna. ¿Realmente me darán ganas de empezar a escribir ese libro que tengo en mente cuando acabe la tesina o estaré meses sin querer abrir un libro de no ficción?

Y un día navegando encuentras las coincidencias... Mismo año. Misma ciudad. Escuchas a Taha, Jaled y Faudel en ese disco en directo, para mosqueo de tu compañero de piso francés que lleva una semana oyéndote poner el mismo album una y otra vez, cuando lees: "El otro día en el sitio de moda de Malasaña, la "Vía Lactea", los amigos del DJ nos insultaban chuscamente por poner Rai, Khaled. El DJ ni siquiera había oido hablar. Nada de gominas en los racistas: patillas y "buen rollito", la última es oir música en inglés del año de la tana. Y sonríes. ¿Cuántas veces te han preguntado, esos excelsos angloparlantes que cómo puedes disfrutar de las músicas raras que escuchas si no entiendes la letras? Yo les regalo Operación Triunfo, que me quedo con la Europa mestiza de Talvin Singh, Jaled, Asian Dub Foundation y Nitin Sawhney.

Sí, puede que mis memorias no sean las de un ciberpunk. Tampoco mi biografía. Pero reconoces el patrón. ¿Viviremos en un mundo de mutaciones finitas? Sí, es eso definitivamente. Somos mutantes.

Commentarios

Jejejeee...www.ciberia.net acaso? Otro que tuvo la misma idea ;)

PD: es por el libro de Rushkoff?

Posted by Arnauh at 22 de Diciembre 2004 a las 02:21 AM

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